Providencia:

Como me lo imagine, Providencia es un lugar de ondas aisladas. En la isla están contenidos muchos habitantes aislados por su situación geográfica. Aunque todos se conocen y mantienen una buena relación, cada uno vive su vida por su parte. Dicho propiamente por Víctor, uno de sus habitantes, no hay muchas cosas que hacer, pescar, vivir el día, etc. La gente de ciudad vive en un estado de stress y paranoia que normalmente los isleños, y específicamente los providencianos no padecen. Esto los hace personas muy pacíficas y tranquilas, con expectativas muy diferentes, y en la misma medida, con intereses muy propios, lo que por un lado dificultó, pero por el otro lado ayudó en la búsqueda de los participantes del taller.

martes, 10 de enero de 2012

-El día jueves llovió casi todo el día.
Sin embargo pude verme con Katherine a medio día y me dijo que en cuanto al grupo de los jóvenes, prefería que trabajara con unas maestras en un colegio de niños especiales, a lo cual accedí. Sin embargo tengo que cuadrar horarios, porque se me cruza el día martes con los niños del Junin.

-El viernes en la mañana dicte el taller para la gente de la escuela de música, de los cuales llegaron dos personas, Katherine, que además de ser la Directora de la escuela dicta piano y es saxofonista, y un acordeonista, que me parece que es de la costa pero no de allí, llamado Luis. Ilustré con algo de mi trabajo a que me dedicaba y cuál era la idea de trabajar con ellos.

-Al medio día pase por el colegio de las monjas. Entre y me presente con Edis, la directora, que muy formalmente me llevó a donde estaba Paulina Jay, una profe que estuvo en los talleres de Oscar.

-En la tarde, a pesar de que no aparecieron los muchachos del Junin, llegaron a la clase Aldemar, un bogotano/ibaguereño que vive hace unos años en la isla, Luis Howard y Jonathan Howard, hermanos artistas de la isla que estuvieron también en el taller de Oscar Cortés, Encuentro de encuentros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario