Providencia:

Como me lo imagine, Providencia es un lugar de ondas aisladas. En la isla están contenidos muchos habitantes aislados por su situación geográfica. Aunque todos se conocen y mantienen una buena relación, cada uno vive su vida por su parte. Dicho propiamente por Víctor, uno de sus habitantes, no hay muchas cosas que hacer, pescar, vivir el día, etc. La gente de ciudad vive en un estado de stress y paranoia que normalmente los isleños, y específicamente los providencianos no padecen. Esto los hace personas muy pacíficas y tranquilas, con expectativas muy diferentes, y en la misma medida, con intereses muy propios, lo que por un lado dificultó, pero por el otro lado ayudó en la búsqueda de los participantes del taller.

martes, 10 de enero de 2012

PROVIDENCIA



Las siguientes actividades se hicieron a pesar de las condiciones climáticas de octubre, que conllevaron dificultades en el transporte. No se montar moto, lo cual es casi un requisito para trasladarse por la isla, ya que cuando llueve, o es muy tarde, o no hay señal de celulares, es muy difícil encontrar una moto taxi. Cada viaje en moto taxi cuesta entre $3000 y $6000, y la chiva, que cuesta $2000, pasa inconstantemente. La lluvia hace que la gente no salga, y por eso es difícil convocar. Incluso sin lluvia, la gente siente muy pocas ganas de salir de su casa, por lo cual se tuvo que rediseñar el sistema de horas de taller. Usé horas del sábado y el domingo de la primera semana, que fueron los días con el mejor clima desde que llegué.

Semana 1. Convocatoria y 1er encuentro.

-El día lunes fui a presentarme en la casa de la cultura. Ahí conocí a su directora Carmelina; a Zuleyda que sería quien me ayudaría con video beams, extensiones, espacios de la casa, etcétera; a Aldemar, su esposo, que estaría incluido dentro de las dinámicas de los talleres, y a Elian, el hijo de Aldemar y Zuleyda de cuatro años, con quien nos entendimos de inmediato.

Se hizo convocatoria en los siguientes sitios:

-El día miércoles, en el colegio Junin, a través de la profesora Marleny y la directora Ana Archbold. Fui en la mañana y me presentaron varios estudiantes interesados en la música, aunque no precisamente en el taller. Los invité a participar, y quedamos en que llegaban ese viernes en la tarde, cosa que nunca sucedió. Estoy pensando en la posibilidad de ir a trabajar en el colegio, durante la hora de artes, y para eso hablé con Marleny, que es la profesora de artes. Ella cedió su hora y tengo que estar allá el martes en la mañana.

-La escuela de música, a través de su directora Katherine, me planteó la posibilidad de trabajar con profesores y estudiantes. Los profesores quedaron citados para la mañana del viernes.

Johan, uno de los profesores, me invito a oír el ensayo de un grupo de música isleña que tiene con otras personas. Yo accedo y me quedo escuchándolos. Una banda compuesta por Una teclista, un baterista, uno que tocaba la mandolina, un cantante y Johan en el bajo de vez en cuando alguien de afuera se unía y tocaba la quijada de burro o has ya bun (horse jaw bone)
-El día jueves llovió casi todo el día.
Sin embargo pude verme con Katherine a medio día y me dijo que en cuanto al grupo de los jóvenes, prefería que trabajara con unas maestras en un colegio de niños especiales, a lo cual accedí. Sin embargo tengo que cuadrar horarios, porque se me cruza el día martes con los niños del Junin.

-El viernes en la mañana dicte el taller para la gente de la escuela de música, de los cuales llegaron dos personas, Katherine, que además de ser la Directora de la escuela dicta piano y es saxofonista, y un acordeonista, que me parece que es de la costa pero no de allí, llamado Luis. Ilustré con algo de mi trabajo a que me dedicaba y cuál era la idea de trabajar con ellos.

-Al medio día pase por el colegio de las monjas. Entre y me presente con Edis, la directora, que muy formalmente me llevó a donde estaba Paulina Jay, una profe que estuvo en los talleres de Oscar.

-En la tarde, a pesar de que no aparecieron los muchachos del Junin, llegaron a la clase Aldemar, un bogotano/ibaguereño que vive hace unos años en la isla, Luis Howard y Jonathan Howard, hermanos artistas de la isla que estuvieron también en el taller de Oscar Cortés, Encuentro de encuentros.
-El sábado en la tarde fui a conocer una playa donde me habían dicho que vivía Richard, un isleño que conoce a varios músicos y gente de la isla. Me dijo que volvíamos a hablar para contactar algunas personas. En la noche hable por teléfono con Doris Londoño, una artista paisa que trabajo en el taller de Oscar, y que vive en la isla hace 25 años. Me dijo que iba a estar en los talleres.

-El domingo hable con Mike, uno de los amigos de Richard, y me presentó a Leo y a Víctor. Víctor y Mike son músicos, pero solo a Víctor le interesó. Tomé su número telefónico para ver si puede asistir.

-Por otra parte, las dos charlas que di y algunas conversaciones que he tenido con nativos, me han dado nuevas pautas para el desarrollo del taller. Aunque aún se van a realizar las actividades planteadas en un principio con elementos electrónicos como radios y grabadoras, algunas personas y situaciones me han sugerido que debo inclinar el taller a objetos fáciles de conseguir en la isla. Doris Londoño me dijo que, como primera medida, aquí nunca hubo una buena relación con el radio, que se había pasado de la vitrola al cd directamente, y que ni los cassettes ni la radio habían sido asimilados por la cultura.

En un principio quedé frío con esa información…

…pero al pasar de los días he resuelto que debo seguir con la idea principal, pero incluir mucho más los elementos recursivos propios de la isla. Luis Howard también me dijo que lo primero que había pensado cuando le planteé el taller, era que íbamos a utilizar objetos como los totumos, con los que se hace gran cantidad de artesanías en la isla, para desarrollar los instrumentos. Para lograr el taller, estoy haciendo una recolección de varios objetos: botellas de plástico, botellas de vidrio, cajas de leche, conchas, latas de diferentes tamaños, tubos, vasos desechables, tapas, cauchos elásticos, etc. Además, pediré en cada lugar que se acumulen estos elementos….

He estado practicando, haciendo una especie de xilófonos de latas, y aunque tienen su ciencia para recortarse, son fáciles de hacer y van perfectos con la idea del taller. Es la primera vez que las hago, y me he dado cuenta de algunas cosas:

-La lata tiene que tener algo de memoria, es decir que no sirven latas muy delgadas como las de
gaseosa, son muy buenas las de alimentos enlatados.

-Los cortes deben ser más o menos precisos para que haga los sonidos que son más musicales. Entre tecla y tecla debe haber un espacio.

-Cada tecla debe tener un doblés en la punta, al que bauticé para mis propósitos “resonador”.

-Cada xilófono necesita una caja de resonancia, que puede ser un garrafón de agua, una nevera, una lavadora o un mueble grande (un cajón).

Recordé a mi amigo Miguel Kuan, que hace sonido con latas. Esto lo divertiría.

Además he estado trabajando en una especie de guitarra con un vaso, un trozo de nylon y un lápiz; también en instrumentos con latas de gaseosa llenos de agua, los cuales aún no tienen sistema de agarre, porque necesitan ser sostenidos desde la tapa y no desde la base, para que haya mayor resonancia; recolecté 5 conchas medianas para hacer sonidos, similares a los que supuestamente hacen los sapos en las noches. Aunque aún no estoy seguro de la fuente del sonido, presumo que algunas personas no saben a ciencia cierta lo que suena así. Debo ver a un sapo haciendo ese sonido para convencerme.

Semana 2 Clases


-Lunes en la mañana tuve la primera clase en la escuela de niños especiales. Hablé con Carmeni, una fonoaudióloga que trabaja en el lugar. Me habló un poco de los niños y me dijo que habían tres grupos que parecían dos: el de pequeños, medianos y grandes. Le dije que trabajaría dos días a la semana, dos horas, un grupo por día. Ese mismo día trabajé con los más pequeños. Emmanuel de más o menos 7 años, Gleisson o Glasson (no estoy seguro) de 8, Andrew de 9, Chelsea de 10 y Georgie, de 11 o 12 años. Cada uno diferente en cuanto su estado físico y mental.

Emmanuel era el más retraído y abstraído de todos. Sonreía a todo, decía que si y que no con la cabeza pero cuando uno le decía algo se quedaba quieto con la mirada perdida y no decía nada. Era bastante penoso y aunque participaba y compartía con algunos niños, conmigo era muy silencioso.

Gleisson, es un chico problema, un poco mala onda con problemas de comportamiento. Realmente no tiene nada. Está ahí porque no saben dónde más ponerlo.

Andrew es, según algunas personas, el que tiene realmente un problema serio del grupo. Sin embargo es una cuestión diferente, no es que el este discapacitado, de hecho esta capacitadísimo para la música. Repite sin cesar unas cosas que se sabe, y realmente entiende absolutamente todas las actividades, es un niño que bien enseñado puede hacer cosas increíbles. Un músico de oído que solo tiene mente para la música, (aunque no pude ver sus dibujos). Toco en un xilófono hecho de botellas llenas de agua el mejor solo que se podía hacer con tan precario objeto. Un buen músico.

Chelsea maneja a la perfección los conceptos, pero también parece tener un problema de otro tipo, no mental. Parece que no pone suficiente atención y por eso la tienen en esa institución.

Georgie, que podría tener hasta 13 años pensándolo mejor, es el más adolescente, se ve por el trato con los del grado mayor. Fue colaborador y dijo algunas cosas, pero después que los mayores salieron a hablar con él, se puso perezoso. Trabajé con él, pero terminaba todo más rápido y se aburría. Igual hizo todos los ejercicios.

Ese día trabajamos con latas llenas de agua, con botellas con agua y con cauchos. Luego de esa clase, la directora me dijo que habían bajado las botellas porque representaban un peligro, además porque decían águila y póker. No me había percatado de esas dos cosas tan evidentes y le pedí disculpas. Asunto arreglado.

-En la tarde aún no tenía nada que hacer. Me fui a la habitación a seguir haciendo instrumentos. Quería combinar la estrategia de convocatoria con este tema, regalando unos instrumento fáciles de hacer. Para esto, compré unos pitillos, y recordando las flautas que había visto en un programa japonés, traté de emular su funcionamiento. Fue más difícil de lo que me imaginé. Las notas eran sencillas, simplemente huecos que bajan por el pitillo, como en una flauta dulce. Compré una máquina perforadora, pero después me di cuenta que era mejor hacerlo con tijeras. El problema real radicaba en la boquilla, no sabía bien como hacerla. Le hice cortes a ambos lados y la aplané, le hice cortes más adentro, lo volví a engordar, le hice muchos cortes en muchas pruebas. En todo momento, el resultado era el mismo: un sonido difícil de lograr, que si salía pero con mucha dificultad.
-Martes 9:30 en la mañana, segunda convocatoria del Junín. Para esto, llevé unas flautas de pitillos que había hecho la noche anterior. Aun con problemas en la boquilla, entregue las flautas, y todos a excepción de una chica, lo lograron hacer sonar. Eran muchachos de último año, molestando entre sí y chanceándome, nada que no me haya pasado antes. Allí conocí a Ingrid, una estudiante que esa misma tarde llegó a la primera sesión del grupo englobado.


-10:30 Primera sesión profesores de la escuela de música. Fue una sesión muy interesante. Fueron Luis, Katherine, Elías y Bonifacio. Luis el Acordeonista, Katherine en el saxo, Elías va en el violín y las líricas y Bonifacio, al piano…normalmente. Pero para ese día tenía preparadas las flautas de pitillo y los globos.

Con la flauta se hicieron los diferentes huecos y otra vez el mismo problema: el sonido no era lo
suficientemente sencillo de obtener. Elías recortó más delgada la boquilla y a todos les sonó muchísimo mejor.

Con los globos fue lo mejor. Cada uno descubría que sonido estaban contenidos en el globo. Encontraron pitos, chillidos, percusiones, arañazos, un bajo que les enseñé, un trombón que no conocía y me pareció increíble. Tocaron unas cuantas canciones improvisadas. Me gustó mucho su actitud. Al final llegó Johan, e hizo un pito con una hoja de una planta. Muy divertido. Creo que ellos se divirtieron también.

-En la tarde trabaje con el grupo de los englobados. Les puse así por molestarlos, pero para efectos nominales… El grupo se compone por Aldemar el Bogotano Ibaguereño, Ingrid del Colegio Junín, Jorge que está en noveno en el colegio de María Inmaculada y Paulina Jay, que es profe de Jorge Steven en ese mismo colegio. Vimos la presentación de la clase anterior. A pesar que Aldemar ya la había visto, no tuvo ninguna objeción, por el contrario dijo que quería volver a verlo porque le gustaba. Hicimos una pequeña sesión después con pitillos y con globos, más o menos fueron los mismos ejercicios de la mañana.

Paulina me dijo que podíamos hacer una proyección de eso mismo en su hora de clase, al mediodía del miércoles, a ver si más gente se animaba.


-El miércoles en la mañana trabaje con los profes de música, construyendo las latas xilófono. Esta vez no fue Luis el acordeonista, pero asistió Georgiebelle (supongo que se escribe así) que es profe de piano y que estaba el día que ensayaron en la escuela de música tocando los teclados. Una vez más Elías fue el que trabajo con más ahínco, me gusta su espíritu para hacer las cosas. Los otros profesores también estuvieron muy bien, pero más distraídos en sus propias cosas.

-A las 12:30 pm llegue al colegio de monjas, cerca al centro, y por lo tanto a la casa de la cultura del centro. Paulina me tenía listo el video beam, monte mi computador y les mostré la misma presentación a los muchachos de noveno. Hicieron preguntas, comentarios y algunos chistes en creole que no entendí.

-A las 4 pm estaba citado el grupo englobado, pero en un principio llegaron Jorge y Aldemar. Paulina dicta clases de artesanías a esa hora esos días, así que se dividió entre su oficio y mi clase, lo cual me parece bien. Con Jorge, Aldemar y su hijo Elian de 4 años fuimos a buscar latas por los alrededores, porque las pocas que había adquirido por esos días (comí varios enlatados la semana anterior en pro de la clase), habían sido convertidas en instrumentos esa mañana por los profes. Encontramos lo que buscábamos y nos dirigimos a la casa de la cultura. Me dijeron que Ingrid me estaba buscando y al poco rato apareció. Todos nos sentamos a cortar latas. Hicieron su instrumento y les dije que buscaran su caja acústica, y las encontraron en un televisor, una puerta o un mueble.
-Jueves en la mañana, escuela de niños especiales, a la que llamaré God Bird de ahora en adelante. Me tocaba el grupo de los grandes. Francisco, John, José, Milord, Karina, Freddy y Bill o Bob, no recuerdo su nombre, porque casi no pude trabajar con él, a causa de su estado. De resto, Francisco es un señor de 50 años más o menos, retraído y muy tímido, pero muy buena persona. Al final de la clase me hablo de guitarras. Le debo un globo. John tiene síndrome de Dawn, pero eso no le impide ser una caspa. José es muy amable y siempre está haciendo preguntas y compartiendo. Milord, no entiendo porque está allí. Es una persona completamente normal sin ningún síntoma de nada. Tal vez un caso complicado de conducta, pero no me pareció tampoco una mala persona. Karina, una adolescente que se ríe y entiende perfectamente todo. Freddy es un chico hábil pero bulloso, muy atento pero habla por cantidades, siempre es el centro de atención.

El primer ejercicio fue con los globos. Estaba un poco nervioso y termine esa parte muy pronto. Solo había pasado media hora desde que había llegado allí. Saque entonces los materiales para el segundo instrumento, los pitillos. Comenzaron a cortarlos y a soplarlos. Comencé como siempre por los agujeros, y la forma de hacerlo la había ensenado Bonifacio el primer día con todos los profes. Después de eso había que hacer la boquilla. Todos la hicimos y todos comenzamos a soplar tratando de sacarle el sonido. La decepción era absoluta. La boquilla que me había mostrado Elías tampoco servía de mucho. Por detrás llegaron Gleisson, Harlem y Kent. Gleisson se aventó a ordenarme que le diera globos y yo reaccione bruscamente diciéndole que con esa actitud no iba a recibir nada, se calmó. Harlem dijo por favor, y Gleisson ahí sí dijo por favor, pero no recibieron nada. Por otro lado Kent vio lo que estábamos haciendo y dijo, ay yo sé hacer un pito con un pitillo, es otro pero te lo enseño. Le di un pitillo y en 10 segundos solucionó su pito con un sonido perfecto. Me mostro la boquilla que había hecho y le dije a todos que hicieran la suya igual. Así lo hicieron, y en menos de 5 minutos todas las flautas comenzaron a sonar. Fue un éxito, gracias a Kent. Luego me entere que era el hijo de Ana, mi moto taxista no. 2.

En la tarde nada, me la tome libre y comencé a hacer cuentas.
-Viernes en la mañana, llame a Luis y a Doris para ver si al fin se animan a participar. Los dos dijeron que si, y quedamos de hablar este lunes. Luego vino la lluvia. Mi plan de ir a casa baja había fallado una vez más (no era la primera vez que lo planeaba).

-En la tarde escampo y pudimos hacer el encuentro con los englobados. Fallo Jorge, lo que me dio
embarrada, porque esa clase era importante para que el comenzara a aprender las cuestiones básicas del circuit bending. Fueron Aldemar, Ingrid, Paulina, que trajo consigo a su sobrino, el cual estuvo fascinado por la clase, y Carlos, un antropólogo bogotano que vino a resolver su tesis de grado de una maestría. Lo invitamos a trabajar con nosotros. Se quedó.

Primero mostré algunos elementos que vamos a usar. Luego entregue los radios, y cada uno debía encontrar señales con ellos. Cogieron una y máximo dos emisoras, una por cada modulación. Muy poco claras las dos, me convencieron que el sistema de radio en providencia realmente es obsoleto. Con todas las precauciones del caso, comenzamos a desvalijar los aparatos. Vimos las partes, algunas funciones y mostré componentes sueltos iguales a los que estaban soldados en la tarjeta. Luego les mostré como encontrar puntos interesantes, colocamos un potenciómetro en la mitad y empezaron a encontrar sonidos extraños. No lo podían creer. Ahí finalizo la clase, cada uno se llevó su equipo para revisarlo en casa.

-El sábado escribí algunas cosas de este informe y por la tarde me avente a las calles, debía conseguir a alguien en casa baja. Fui a donde Richard a ver si lo encontraba. Me encontré con un par de personas que me dijeron que si necesitaba músicos fuera a manzanillo a donde Roland. Hacia manzanillo partí, sin saber que el recorrido era tan largo. Llegue exhausto y me eché al agua unos minutos. Salí y pregunte a la primera persona que vi por Roland. Me señalo un kiosco al fondo de la playa, Allí hable con Roland, que es el dueño de un restaurante bar, muy bueno a propósito. Le conté lo que quería hacer y me dijo que el conseguía la gente y que nos reuníamos el martes desde el mediodía. Me dio hambre y le pregunte que hacía de comer. Me dijo que su especialidad era un pescado envuelto en papel aluminio a la brasa. Comí delicioso y estuvo resuelto el primer encuentro en casa baja.


Vamos a ver que sale de esto.

Domingo de elecciones, camine un rato y luego vine a terminar este informe. Son las 12:25, debo ir a dormir que mañana me esperan en God Bird.

Semana 3


-Lunes 8:30, God Bird. Como hubo elecciones, nadie llegó. Con una profe de allí había hablado de la posibilidad de una sesión para los niños de un centro Juvenil.

En la tarde me encontré con los chicos del Juvenil. Sin embargo eran muy pequeños, entre 6 y 8 años. Les dicte la clase más sencilla que era la del tub con un vaso, nylon y un palo, y la flauta de pitillos. Aunque todos sacaron sonidos y ninguno se quedó sin trabajar, eran muy pequeños, estaban cansados, querían irse a sus casas. Después de un largo día en el colegio es muy difícil llamar su atención en la tarde. Quedé exhausto y eso que la clase terminó antes de lo que esperaba. Sólo duro un poco más de una hora, no se quedaban quietos y tuvo que intervenir una profesora.
-Martes en la mañana. Empezaron los profesores de música a trabajar con radios. Todos hicieron los ejercicios y fueron todos a excepción de Georgie Belle y Elías. Trabajaron muy bien y lograron sacar de los aparatos los sonidos que yo esperaba. Johan se lució con la interpretación de la música del chavo, a punta del instrumento que había hecho, mientras Bonifacio sacó Mama que será lo que tiene el negro y Kathryn varias de navidad y cumpleaños. Como cualquier instrumento, necesita práctica, pero ya se empieza a ver forma en los aparatos.


-En la tarde tenía que encontrarme con Roland, pero nunca llegó, por lo cual comencé a hablar con gente del lugar, conocí a una pareja, un isleño al que llaman Manku y Saray, que es de Barranquilla y lleva 9 meses en la isla. Les comenté y mostré lo que intentaba hacer, y me dijeron que los músicos no estaban muy interesados en hacer ese tipo de cosas allí, pero que si había un grupo de jóvenes más interesados en la música electrónica (así no sea lo que busco, estaría bien para mi) Me presentaron a un muchacho llamado Jim, que se interesó al mostrarle algunos sonidos que hacía con el radio. Quedamos en hablar para hacer una cita el viernes.
-Miércoles en la mañana, última sesión con los profesores. Les mostré un amplificador hecho con una grabadora, un cassette y una cabeza reproductora. Hablamos un poco de amplificadores y trabajamos un poco más en el instrumento. Sólo Johan lo terminó con éxito.



-Jueves en la mañana, no pude comunicarme con Carmenza, por lo cual no pude programar una sesión en God Bird. Hice cuentas y escribí una parte de la semana 2 que me faltaba.

-Aunque les había informado que la clase se pasaba del viernes al jueves en la tarde, sólo llegó Jorge Steven, al que le di información sobre grabadoras. Le mostré muchas cosas que se podían hacer con ellas y él me mostró el instrumento que había construido medio terminado: hizo su propia versión a partir de una botella de gaseosa.

-Hablé con Jim, que me dijo que estaban interesados él y 5 amigos más.

-El viernes en la mañana arreglé los radios para llevar a manzanillo. Quería recopilar la mayor cantidad para poderle entregar uno a cada uno de los que aparecieran. Además construí un instrumento para motivarlos.

Para llegar allá cogí la chiva, y por primera vez hable con Oro, el conductor. Me contó que esa no era una chiva, y al ver la forma uno se da cuenta que es cierto. Hace algunos años, su hermano había enviado ese camión desde los Estados Unidos, para transportar un equipo de sonido con varias cabinas que se utilizaba en fiestas, en diferentes lugares de la isla. Al parecer estos equipos los alquilaban porque no había muchos. El negocio no estaba dejando el dinero que Oro buscaba, así que con unos amigos construyó la chiva, cortando diferentes partes del camión e incluyendo unas sillas para los pasajeros. Además, montó parte del equipo como un picó dentro de su vehículo, y ameniza su viaje con reggae a todo volumen. Me contó que tenía la idea de hacer otro, ya que es el único transporte que le hace competencia a las moto taxis.

-A medio día llegué y esperé y esperé a Jim y sus amigos. Nadie llegó. Lo llamé y me dijo que ya llegaba. Nunca llegaron.
-Medio desorientado y disgustado por la situación, fui a donde Richard a ver que se hacía. Por casualidad, ahí estaba Jammin, un isleño que toca música propia de la isla. Le conté lo que estaba haciendo y no se interesó mucho. Comenzó a hablar de lo que necesitaban los músicos de Providencia.

Habló de estudios de grabación, de equipos, dijo que los profesores necesitaban una mayor y mejor capacitación, que él hacía todo con las uñas, y me llevó a donde tiene sus equipos, y me percaté de que lo que decía era cierto. Su equipo es bastante humilde para las cosas que graba. Con mucha dificultad él mismo, convoca cantantes de la isla todos los años a un festival de cantautores que organiza él mismo, graba sus canciones y luego compone según la voz para tocarla y grabarla en vivo con 2 o 3 personas más que lo acompañan en el grupo. No hay batería disponible, así que la base la compone en Fruttyloops. Después mezcla y finalmente hace un master para hacer su disco. Me dice que aproximadamente cuesta 12 millones hacer el disco ahí, pero que sería más caro llevar a grabar la gente a otro lado donde son más económicos los costos de producción.

-En la mañana del sábado fui a bucear. No estaba dentro de mis planes pero se presentó la oportunidad.

De regreso a la habitación se acercó Andrew en su camioneta, un muchacho de 22 años que había
conocido días atrás. Me preguntó que qué hacía, le dije que paseando y me ofreció su alquiler de
kayaks. Accedí y fuimos hacia la salida a cayo cangrejo. Por $30000 alquilé un kayak con aletas y snorkel durante medio día. Al volver de mi remada, hablé un poco con Andrew, y me dijo que había estudiado 3 semestres de mecatrónica en Pereira (de donde es su mamá), pero que había tenido problemas con las matemáticas, por lo cual no continuó. Le hablé de mi proyecto y lo invité a participar, y me dijo que sí. Se me ocurrió que personas como él pueden estar incluidas sin necesariamente ser artistas o músicos. De alguna manera es un encuentro con lo cultural y lo cognitivo y habla de cómo se adquiere el conocimiento intuitivamente a partir de reflexiones acerca de los objetos.


Esto replantea la educación en cuanto a que esta ya no se dividiría por áreas, sino por intereses personales, lo cual daría pasó a una profesionalización de la intuición, sin entender esto como profesionalización de cualquier cosa. De hecho, muchos de los profesionales más destacados en un área, vienen de otra rama.


-Domingo y lunes festivo tranquilo de planeación, llamadas, carteles e informes. Debo apurarme, me queda menos de una semana. Realmente 4 días.

SEMANA 4 finalización

-Martes en la mañana, God Bird, última sesión con los niños más pequeños. Trabajamos con nylon y globos, haciendo diferentes ejercicios que hacían referencia a las cajas acústicas. No tuve mayores inconvenientes.

- En la tarde trabajamos con Luis, Andrew y Jonathan con los radios desde las tres de la tarde. Luego a las cuatro se nos unieron Paulina, Dealan y además Steven, que ya había terminado su instrumento con una botella de gaseosa y funcionaba muy bien.

-Miércoles en la mañana, pude hablar con Kathryn finalmente y quedamos en hacer la presentación el jueves en la tarde. Llevé unos papeles que tenía que firmar Yolanda Hooker.

-En la tarde trabajamos con Luis, Jonathan y Steven con una grabadora y un juego para niños; luego hablamos un poco acerca de la música, cuáles eran sus círculos de producción en la actualidad y bajo qué circunstancias se está gestando música nueva, con nuevas estructuras y diferentes formas de interpretación. Concluimos que son pocas las manifestaciones que buscan maneras propias de hacer y entender la música.

-Durante esa noche y a la mañana siguiente terminé de arreglar las cosas que íbamos a utilizar para la presentación final de los talleres. Además debía organizar el material que quedaba. Hice paquetes para regalarles a los participantes, e hice un empaque de herramientas con un envase vacío de aceite, que le correspondía a la escuela.
-Jueves en la tarde, socialización. La hicimos en la escuela de música. Los profesores muy solícitos interpretaron una especie de compendio de algunos ejercicios que habían visto durante los talleres. Salió muy bien. Nos presentamos frente a estudiantes, otros maestros de la escuela y padres de familia, que estuvieron muy atentos a todo lo que ocurría.


-Viernes de finalización, me despedí de algunas personas, hice que me firmaran algunos documentos, intercambié algunos correos electrónicos, hice la evaluación con algunos de los integrantes y empaqué
para mi viaje.

Sábado, partí hacia San Andrés.

Domingo, de regreso en Bogotá.

Providencia Isla


Como me lo imagine, Providencia es un lugar de ondas aisladas.

En la isla hay muchos habitantes aislados por su situación geográfica. Aunque todos se conocen y mantienen una buena relación, cada uno vive la vida por su parte. Dicho propiamente por Víctor, uno de sus habitantes, no hay muchas cosas que hacer, pescar, vivir el día, etc. La gente de ciudad vive en un estado de stress y paranoia que normalmente los isleños, y específicamente los providencianos no padecen. Esto los hace personas muy pacíficas y tranquilas, con expectativas muy diferentes a las nuestras, y en la misma medida, con intereses muy propios, que por un lado obstaculizaron, pero que por el otro lado me ayudaron a realizar la búsqueda de los participantes del taller.